ACMET lamenta la muerte de una mujer tras ser atacada por perros en Zamora

y pide a las administraciones que legislen para velar por la seguridad pública y la supervivencia de la ganadería extensiva

INFORMACIÓN A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Desde la Asociación para la Conservación del Mastín Español Tradicional (ACMET) queremos expresar nuestras más sinceras condolencias a la familia de Arancha, la mujer fallecida en Roales del Pan (Zamora) tras el brutal ataque de varios perros.

Este lamentable suceso reabre un tema muy delicado ya que el uso de perros protectores del ganado comparte, en numerosas ocasiones, espacios comunes con actividades que se desarrollan al aire libre.

Por eso, desde ACMET instamos a las administraciones a involucrarse de una manera clara en la aprobación urgente de leyes y normas que velen por la seguridad de los ciudadanos y, al mismo tiempo, garanticen la supervivencia de la ganadería extensiva, que lleva miles de años conviviendo con el lobo y otros grandes carnívoros sirviéndose, por ejemplo, de mastines, una de las principales y más eficaces medidas de prevención.

Sin embargo, desde ACMET no hemos tenido conocimiento de lo ocurrido más que por los medios de comunicación, por lo que solicitamos una reunión urgente con la Junta de Castilla y León, para poder analizar con claridad los hechos, ya que las imágenes que se han difundido de los perros implicados en el trágico suceso no se corresponden con las que nosotros conocemos de los mastines ganaderos, que tienen otra morfología y, por lo general, un comportamiento noble, equilibrado y manso. Pedimos por tanto que los mastines que cuidan de nuestro ganado no se criminalicen socialmente ni a través de los medios de comunicación.

Además, cabe recordar que hay numerosas razas de mastín, y que una de las principales problemáticas que intentamos combatir y solventar desde esta asociación sin ánimo de lucro es que algunos profesionales del sector agrario se sirven de perros mestizos o cruces, cuya procedencia raramente se conoce, con el riesgo que esto implica al no poder anticipar un mínimo su carácter y, por tanto, su agresividad. Por eso, instamos también a los ganaderos a asegurarse siempre de la procedencia del animal y a pedir asesoramiento a asociaciones o técnicos especializados antes de introducir cualquier perro en una explotación.